LA CLAVE: Argentino lo justificó con una idea consistente de juego ante un rival que tiene la misma característica, pero esta vez no pudo imponer lo suyo.

ARGENTINO DE QUILMES: Fondo ordenado, medio con Vila como eje y adelante jugadores de los que se denominan "de buen pie". Con eso le fue alcanzando para una superioridad a la que le faltaba traducir en llegadas. Lo pudo lograr cuando promediaba la etapa con un cabezazo de Julián Vila. La necesidad de Colegiales le abrió el terreno para la contra, pero también hizo que el Tricolor fuese peligroso y que se armara un duelo interesante entre laterales que suben como Facundo Lando (qué buen torneo) y su rival de banda Hanashiro. En la segunda parte, cuando el viento en contra lo obligaba a abroquelarse distinto, un buen pivoteo de Rodríguez abrió la pelota a la derecha y de ahí salió el centro picante para que Cassoratti por atrás de todos ponga el 2 a 1. Lo más rescatable de los quilmeños fue lo poco que sufrieron de ahí al final. Nueva victoria en Cevallos y Videla y a seguir enfocando la mira a pelear cosas grandes.

COLEGIALES: No arrancó con demasiada profundidad. Fue un ítem donde quedó en deuda desde un partido no muy acertado de los delanteros, y cuando se inspiró fue porque los volantes se soltaron más y de los cambios de ritmo de Mansilla y Lezcano nacieron las pretensiones de empatarlo, lo que concretó con un buen centro atrás por bajo de Hanashiro para el segundo nombrado. Este gol en un momento clave no pudo ser aprovechado por el equipo de Leo Fernández, que en el segundo tiempo no volvió con la intensidad esperada, los cambios tampoco le resultaron revulsivos y por si fuese poco, cuando contó con el célebre tiro del final, Stella lo desaprovechó. Derrota que lo va encaminando a despedir la temporada, fuera del descenso con mucho margen como para no terminar sufriendo ese ítem, pero también con escasas chances de jugar Reducido aún metiendo cartón lleno, y lo mismo aplica para la tabla del Clausura.