LA CLAVE: La determinación de Riestra para salir a buscar el partido fue vital para coronar la victoria que lo acomoda bien en la tabla. En actitud hubo un abismo. En juego, también se notó diferencia.

DEPORTIVO RIESTRA: Podría haber sentido la temprana baja por lesión de Acuña, pero Landriel entró muy bien, y si bien a veces juega a un ritmo menos que "Cachete" también tuvo criterio para jugar ese estilo de pases cortos mechados con uno filtrado que le gusta al "Malevo". Céliz tuvo un buen primer tiempo en lo mismo, pero el gol llegó de arriba con dos cabezazos en el área. Si bien no lo pudo liquidar en la primera parte (los defensores de Atlanta sacaron dos pelotas en la raya), nunca estuvo cerca de darse esa máxima de lo errado en el arco de enfrente, ya que la visita ni inquietó y es más, ni necesitó retrasarse Riestra en el campo. Ganó pero por sobre todo convenció. Dato no menor de cara a lo que falta.

ATLANTA: Una sombra. De aquel equipo que se encaminaba a pelear la clasificación, el post clásico con Chacarita le arruinó la psiquis y está virtualmente afuera de todo (porque mal que mal, aún tiene aire con los de abajo). No creó casi ninguna situación, estuvo lento, impreciso, los cambios no ayudaron y no dio ninguna sensación de rebeldía para lograr el empate. Rendimientos de jugadores claves muy lejos de lo ideal y poca respuesta desde afuera, marcan un momento crítico desde lo futbolístico.

PROBLEMAS EN EL VESTUARIO: Cuando ya no quedaba nadie en el vestuario de Atlanta, dirigentes de Riestra que fueron al recinto vieron que estaban tajeados los asientos de cuerina de ocho compartimientos de los jugadores. Fueron a reclamar a la camioneta de la utilería pero ésta estaba dejando el estadio y no frenó. Solo quedaba Galeano dando notas a los medios partidarios y a él lo increparon y lo llevaron adentro a verificar los daños (también la tapa de una mochila de un inodoro). Del mismo modo, otro dirigente de Riestra hizo bajar a algunos jugadores del micro para señalarles lo mismo. Riestra deberá presentar un presupuesto estimativo por el daño y reparación, y deberá ser aprobado por el tribunal de disciplina. Hace poco, Central Córdoba debió pagarle a Justo José de Urquiza unos 300 mil pesos por algo similar.