LA CLAVE: Si bien en lo colectivo Estudiantes pareció un poco más, al partido lo definieron los yerros defensivos de All Boys.

ALL BOYS: Mejor no pudo haber arrancado, es decir convirtió en su primera llegada con la palomita de Franco Toloza. Esto lo pudo haber hecho dominador del trámite pero dejó escapar el momento y no impuso más condiciones. De una pelota que quedó boyando sin que nadie la rechace comenzaron a verse sus desacoples defensivos, y el partido quedó 1 a 1. En el arranque de la segunda etapa no solo no pudo imponer supremacía, sino que llegando a uno de los momentos bisagra del partido le convertirían desde un lateral, cosa que lo llenó de estupor. El ingreso de Tomasetti le cambió un poco la cara, pero no alcanzó. Termina un torneo donde no pudo estar en la pelea grande y se descapitalizó después de la muy buena campaña que había hecho con Biggeri.

ESTUDIANTES (Río Cuarto): Con un esquema férreo, es decir una línea de cuatro firme, volantes concientes de su función y tres puntas buena parte de la noche, el equipo de Delfino ratificó su presente y ganó en Buenos Aires. El orden de Romero, el buen partido de Villalba y el olfato goleador de Luis Silba fueron sus estandartes. Le faltó, quizás, más pimienta para tratar de liquidarlo de contra, pero el daño ya estaba hecho y con creces. Se clasificó al Reducido, y si gana el lunes que viene y se da un torrente de resultados ajenos, hasta podría ganar la zona. Pero todo indica que va a ir por el objetivo de definir en su cancha.