LA CLAVE: La capacidad de reacción Azzurra que levantó tres resultados adversos: dos en los 90´ y uno en los penales

SPORTIVO ITALIANO: Como a lo largo del campeonato se le hizo evidente, tal vez le haya costado colocarse el traje de protagonista. Quedó rápido en desventaja, estaba dudando en las salidas e impreciso del medio hacia adelante. Solo De Cuadro por izquierda y las pinceladas de Benítez lo mantenían en pie. En el segundo tiempo pasó al 4-3-3. Lo empató de penal pero volvió a quedar mal parado y le marcaron de contra. Antes que la desesperación lo pudiera invadir, de un corner llegó a la igualdad. En el final no se la jugó como era esperado y, al igual que su rival, pareció esperar que la serie se definiera por penales, cosa que le hizo un guiño ya que Anchoverri atajó el primero y el último para materializar su pase.

GENERAL LAMADRID: En el global de los 180 minutos de la serie fue un poquito más que el Azzurro. Pero claro, hay que definirlo en los momentos favorables y el equipo de Bilbao no pudo redondear esa superioridad. Fue muy punzante por afuera, y si se animaba un poco más daba el golpe de nocaut en la primera parte. Le igualaron apenas empezó el segundo tiempo pero no se amilanó y fue por más. Con los cambios no tuvo el mismo punch, ese que necesitaba para tratar de tomar la delantera luego del segundo empate. Si bien llegó con aire al final, sin complicarse en su área, le faltó un poco más en campo rival como para materializar esa ventajita que podría haber sacado. En los penales no estuvo certero. Errar tres de siete es dar demasiada ventaja y su sueño de ascender se terminó, tras una segunda rueda excelente.

DOBLE AMARILLA Y CONFUSION: Durante los penales, Jonathan De Oto amonestó a Néstor Acosta, por el tiempo que demoraba para ocupar el arco ante cada disparo en contra. "Cachete" estaba amonestado en los 90´ y eso desató protestas de la platea. Pero el árbitro actuó conforme a la regla 10.3, la cual aclara que para la definición por penales se "resetean" las sanciones y por eso es que el arquero de Lamadrid no debió dejar la valla.