LA CLAVE: Los Andes conservó su arco en cero en una peligrosa ráfaga construida por Liniers. Después de eso, plasmó algo de superioridad, sobre todo en la segunda parte.

LOS ANDES: Al equipo de Ruiz le costó de entrada controlar las bandas y las espaldas de los volantes. Por eso al partido lo sufría más que jugarlo. Corrigió con el paso de los minutos y con pinceladas de Gallegos y Villarreal empezó a asomarse. En el segundo tiempo la entrada de Allione le dio juego, se pudo poner en ventaja rápido y si bien no fue lo picante que debía ser para aumentar (aunque alguna chance tuvo), tampoco pasó ni un mínimo sobresalto cerca de Sebastián López. Suma y sigue.

LINIERS: Lo primero que salta a la vista en este plantel, bastante diferente al que ascendió, es su poco caudal ofensivo. Tuvo chances netas, tres como para al menos imaginarse concretar una. Pero esto no pasó. Y en este fútbol detallista de hoy, tiene un costo. Lo pagó con tres puntos más, porque al quedar en desventaja no encontró la fórmula para llegar salvo algunas intenciones, buen partido mediante, de Cristian Barrios. Por ahora tiene equipos abajo, pero el presente tiende a preocupar.