La ilusión que lo condena
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La ilusión que lo condena

Italiano no podía con un dignísimo Lamadrid, pero apareció Oviedo y nuevamente ganó en el epílogo del encuentro para mantenerse en la punta y soñar con la vuelta a la B. (Foto: Myriam Celano)

Por José Maddonni

LA CLAVE: 
Fue un partido más que parejo, en el  que el “Carcelero” le jugó de igual a igual al líder e incluso por momentos llegó a manejarle la mitad de la cancha y ser más práctico para llegar al arco de enfrente. Sin embargo, el “Azzurro” mostró siempre su decisión por ir al frente en forma asociada hasta cansar a su rival y obtener una vez más un triunfo valiosísimo en tiempo adicionado.

QUE HICIERON
ITALIANO: Salió a imponer su protagonismo desde el primer minuto, con Ciavarelli escalando por derecha, con Burzac como eje en sociedad con Di Biassi y con un activo Rojano moviéndose por todo el frente de ataque. Pero la mitad de la cancha no hacía buen pie y entonces la defensa se descompensaba por los costados, hasta que en la segunda parte se paró unos metros más adelante y Drago tuvo poco contacto con la pelota. Cuando el ritmo bajó, Rizzi metió los cambios justos para reanimar al equipo y encontró en Oviedo la carta decisiva para romper el cero que parecía inamovible.
LAMADRID: Balsa hizo un planteo inteligente para cortarle los circuitos de juego a su adversario en base a la muy buena labor de Alderete y Santua, que contagiaron su permanente sacrificio al resto de sus compañeros. Justamente a través de ellos creó por la derecha algunas contras interesantes en el primer período, no así en el segundo porque comenzó a quedarse sin piernas e inconcientemente se replegó en el campo. Pese a que Valiñas falló en un par de salidas aéreas, la defensa pudo resistir y despejar todo lo que cayó en el área, salvo la última bola.

EL PANTALLAZO
El hecho de ser puntero atrajo a muchos hinchas que hacía tiempo no concurrían al estadio de Ciudad Evita, algunos de ellos aún afectados por el descenso a la C de hace un año y medio atrás. Así triplicó su asistencia habitual en lo que va del torneo totalizando unos 1800 presentes entre una platea que estuvo casi completa y una popular que lució un espectacular colorido, incluso cubriéndose con humo rojo, blanco, verde y azul cuando el equipo salió a la cancha. Una bandera azul con un escudo en el medio y la leyenda “La gente buena va al cielo y la de Italiano a todos lados” hizo su estreno detrás de uno de los arcos. El aliento fue permanente y cuando parecían resignarse con el empate llegó el grito de desahogo para que la fiesta terminara siendo completa. De Lama, 40 a un costado que se fueron lamentando el punto perdido.

SPORTIVO ITALIANO 1: Drago (6); Bordón (5), Palavecino (7), Laso (6) y Guibelalde (5); Ciavarelli (5) (69´ Archubi 6), Rosa (5) y Di Biasi (5); Burzac (5); Martínez (4) (58´ Oviedo 7) y Rojano (6) A (79´ Kissner). DT: Mario Rizzi. Suplentes: M. Alvarez, Ravest, S. Alvarez y González.
LAMADRID 0: Valiñas (5); Perri (5), Peralta Salinas (6), Palacios (5) y Troncoso (5) A; Santúa (6), Saracini (5) A y Alderete (7) (84´ Pérez); Lanaro (5); Daolio (5) (77´ Esquiú) y Ortiz (4) (64´ Botaro 5). DT: Héctor Balsa. Suplentes: Ghiglione, Segovia, López y Kasburg.

Jugado el 21 de febrero

Goles: 92´ Oviedo 

Cancha: Sportivo Italiano (Muy Buena)

Arbitro: Sebastián Bresba (7)

Publico: 1840.

Resultado Moral: Italiano 2 – Lamadrid 1