Todo empezó hace poco más de un mes, cuando Vélez ganó el título de "Supercampeón" y la AFA le sumó un nuevo torneo. Luego, vino la protesta de San Lorenzo, al cual le adjudicaron un campeonato ganado a una rueda en 1936 y, de rebote, River, vencedor del Ciclón en aquella final, también sumó un nuevo lauro.

A partir de ahí todo se desnaturalizó. Muchos clubes se sumaron a la protesta, algunos argumentando títulos más válidos que otros, y la AFA decidió cortar por lo sano: campeonatos para todos.

Así, por poner un ejemplo, Racing pasó a tener más títulos que Independiente, Boca se le acercó a River a un solo torneo de distancia y Gimnasia La Plata ya puede decir que fue campeón. También, clubes histórico del Ascenso ahora tienen estrellas, como es el caso de Sportivo Barracas, Nueva Chicago, Estudiantes BA, Dock Sud, Central Córdoba, etc.

El fútbol argentino ha sido muy injusto con la etapa amateur. Así como hasta ayer no eran válidos los títulos en los que el fútbol no era rentado, también pasaron al olvido clubes, jugadores, hechos, etc. Algún día la AFA decidió que de 1931 para atrás nada tenía validez y fue palabra santa para todos. Dirigentes, periodistas e hinchas jamás se preocuparon en saber qué hubo antes del profesionalismo, ignorando orígenes de los clubes, ídolos, hazañas, estadios y hasta colores. Pero cuando de sumar títulos (y argumentos para una discusión futbolera) se habló, cualquier campeonato amateur pasó a tener más relevancia que una Libertadores, por más que se ignoraran los participantes, el modo de disputa, la asociación a la que pertenecía, etc.

Entonces, es justo afirmar que el listado de campeones que entregó la AFA es un verdadero disparate, propio de una asociación que ya no se domina a si misma, que un día propone un torneo de 38 equipos, y al otro día se desdice; que lanza una tarjeta magnética para que "la familia vuelva a los estadios" y al poco tiempo prohibe la venta de entradas para los partidos; que organiza una Copa Argentina en la cual iban a participar clubes del Ascenso con cierto mérito deportivo, y terminó incluyendo a todos, así hayan salido últimos en la D. Eso sí, jamás asume un error.

Para poner blanco sobre negro, el amateurismo fue una época brillante de nuestro fútbol, pero una buena cantidad de campeonatos que se jugaron en aquel período no pueden ser tomados en serio. Ya sea el campeonato anual (que durante años estuvo dividido en dos asociaciones) como las copas que pretende oficializar la AFA, eran torneos llenos de irregularidades. Clubes que ya no se dedican a la practica del fútbol como Lomas Athletic, CASI, Saint Andrew´s, o el propio multicampeón Alumni, han obtenido sus títulos -al igual que varios que hoy son clubes grandes- en certámenes que no son en nada comparables con los actuales. Ni en cantidad de equipos que jugaban el torneo, ni en la forma que se llevaban a cabo (muchos equipos abandonaban el torneo para realizar giras en Europa, por ejemplo), y ni siquiera en el reglamento. Entonces ¿cómo se puede meter en la misma bolsa el campeonato ganado por English High School (el antecesor de Alumni) en 1900, si apenas lo jugaron cuatro clubes? A saber: el mencionado campeón, Belgrano Athletic, Lomas Athletic y Quilmes.

Los ejemplos y los argumentos para echar por la borda este nuevo despropósito de la AFA, sobran. Sin un estudio previo, sin analizar cada torneo por separado, sin dar a conocer los detalles de por qué a cada club le fue otorgado uno o varios campeonatos más, la asociación rectora del fútbol argentino decidió repartir estrellas para todos. Y como el fin justifica los medios, hay que salir a celebrar, aunque nadie sepa el motivo real del festejo.