Flojo. Impreciso. Impotente y algún que otro defecto, son las causas de una derrota. Si es una caída dolorosa. A pesar de haber empatado en la realidad, en la tabla de posiciones y en la ilusiones fue un golpe bajo.

No ganarle a un equipo de un nivel tan pobre como Almirante, que pelea por mantener la categoría es una derrota. Y si a eso le agregamos que Independiente e Instituto quedaron a cinco, el resultado de ayer en Concepción es una derrota.

San Martín como contra Talleres se mostró impreciso a la hora de manejar la pelota. Esta propuesta del Vasco de jugar a ras piso requiere de mucha concentración y es necesario aclarar que Brown no apuró demasiado y por eso la falta de juego en el Verdinegro se siente. Ni Bogado ni González estuvieron con las luces encendidas  y eso cuenta a la hora de la generación. Por eso se lo vio retroceder demasiado a Caprari. 

Aún ante ese déficit San Martín tuvo una clara con una jugada rápida por derecha que terminó en centro de Bogado y remate de Pablo López que dio en el palo. El mismo delantero tuvo la restante cuando quedó mano a mano con el arquero, sin embargo el portero lo impidió.

El complemento, fue más de lo mismo pero con una diferencia: un error, una imprecisión y una falta grave de concentración le costó caro al Verdinegro. Alvarez se equivocó groseramente y se la regaló a Marrone, que encaró y Hoyos no lo marcó bien y le cometió penal. Lo cambió por gol Francisco Grahl.

Uno a cero a abajo y encima con dos llegadas de ellos en todo el partido. La anterior había sido un cabezazo de Figueroa y la salvada providencial de Pocrnjic.

Los cinco minutos subsiguientes de Álvarez fueron letales. Enojado consigo mismo no logró salir de su  malestar. Se equivocó en los pases y en la marca. A él,  al partido pero sobre todo a San Martín, lo salvó Leandro González quien la empujó  en la línea para  marcar el empate milagroso. Si, un empate salvador, porque como estaba jugando el Verdinegro pero sobre todo por el bajo nivel del rival que ni fuerza le hacía.

Para colmo de males el Vasco se dio el lujo de dejar más de la cuenta a Salas en el banco. Con solo 12 minutos en cancha, el pibe de las inferiores del club no puede hacer  magia. A pesar de eso, generó el mayor peligro sobre el área visitante con sus desbordes y gambetas, pero no tuvo el acompañamiento que debiera.

San Martín se fue diluyendo en su propia impotencia, en su urgencia de ganar pero de no saber como hacerlo ni como conseguirlo. Mirando la tabla, a Independiente e Instituto y el rendimiento de ayer de San Martín, que lejos se está del ascenso.

SAN MARTÍN (San Juan) 1: Pocrnjic; Quiroga (A), Micheli, Hoyos (A) y Krupszky (A); Bogado (A), Cristian Álvarez, Iván Pérez (55´Poggi) y Leandro González (A); Pablo López y Caprari (85´ Salas). DT: Azconzábal. Suplentes: Ardente, Iriarte, Jofré y Pelaitay
ALMIRANTE BROWN 1: Dobler (A); Centurión, Olivera, Carballo y Augusto Álvarez; Marrone (55´ Giménez), Meza Sánchez (A), Canelo y Grahl (74´ Fagundez Fernández); Olmedo (A) y Figueroa (A)(77´ Pereya). DT: De la Riva. Suplentes: Cacace, Ibars, Gustavo Benítez y Ceballos

Goles: 57´ Grahl (p) y 61´ Caprari
Cancha: San Martín (San Juan)
Árbitro: Argañaraz