Unión recibía a Instituto de Córdoba en Santa Fe buscando subirse al último tren disponible hacia la pelea por el ascenso. Un triunfo colocaría al ‘tatengue’ a no más de 5 unidades del tercer lugar de ascenso a Primera División y a 4 de su rival de esta tarde que hasta hoy ocupa esa posición en la tabla.

La primera etapa resultó muy disputada y se consumió entre imprecisiones de uno y otro lado, pero ese ámbito favoreció más a un Unión que se multiplicó en la lucha y borró de la cancha a Ereros y Tellechea para dejar a Instituto sin posibilidades de armar juego y a Martín como un espectador de lujo durante gran parte de los primeros 45 minutos.

En ese contexto, Unión logró sacar diferencias sin hacer demasiado. Palacios, uno de los jugadores más desequilibrantes de la categoría, sacó un conejo de la galera y le dio a Unión una ventaja para administrar.

Antes del cuarto de hora, Palacios bajó con maestría un saque de arco de castro a espaldas de Vismara y sin demorarse, casi con una media vuelta, despachó un derechazo que se metió por arriba del sorprendido Chiarini.

Después del gol Unión siguió maniatando a un Instituto que se quedó con un jugador menos por una serie de imprudencias de De Miranda que determinaron su expulsión por doble amonestación y que recién logró acercarse al arco de Castro a los 38 minutos con un cabezazo incómodo y desviado de Martín tras un centro de Burzio desde la derecha.

La parte final fue otro asunto. Unión dominó de principio a fin y ‘La Gloria’ se quedó en los vestuarios para quedar vivo hasta el final del partido sólo por la ineficacia ofensiva del equipo de Madelón.

Unión, además de algunas otras aproximaciones con cierto riesgo, contó con dos chances clarísimas en los pies de Salinas en la primera mitad del complemento -un cabezazo que tapó Chiarini y un mano a mano que el delantero desvió por el palo derecho del arquero- que fueron consecuencia de un dominio que se acrecentó con el ingreso de García por Caballero para  aprovechar el lateral que había quedado libre tras la expulsión de De Miranda y que pretendía ser resguardado por  Schmidt y Burzio.

La correcta expulsión de Vismara por una falta imprudente a Brítez que mostro menos o a lo sumo similar violencia que la falta que Bertocchi le cometió al propio volente central  de Instituto unos minutos antes, pareció terminar con las posibilidades de Instituto, pero Unión se encargó de mantener el suspenso hasta el final.

De manera increíble, el conjunto ‘Tatengue’ desperdició uno y otro contraataque con superioridad numérica e incluso con dos hombres enfrentando a Chiarini para entregarle a Instituto una chance que el equipo cordobés no se animó a aprovechar.

Palacios se encargó, en tiempo agregado, de lo que ninguno de sus compañeros pudo conseguir y eludió a Chiarini tras recibir un balón a espaldas de la defensa cordobesa para definir a media altura para definir el pleito.

Unión ganó un partido clave y con justicia, pero deberá pensar en elevar su nivel de eficacia de aquí en más si es que quiere tener chances claras de ascenso. Otra clase de partido le puede pasar factura de semejante nivel de error en la definición.

Daniel Jiménez tendrá que pensar en un cambio radical para un sistema que no funcionó en el clásico ante Talleres y que fracasó rotundamente hoy cuando le taparon el juego que intenta enhebrar desde una línea de tres jugadores que juega detrás del solitario Martín y que queda encerrada entre las dos líneas de cuatro rivales sin generar juego y mucho menos peligro al arco adversario.