Primera C
Sportivo Italiano
Defensores Unidos
Misión cumplida
Sportivo Italiano venció en su casa a CADU y festejó ante una multitud el regreso a la Primera B luego de jugar dos años en la cuarta categoría. (Foto: Fútbol Azzurro TV)
Por José Maddonni
LA CLAVE: Fue en todo sentido el partido coronación de un Italiano que tuvo momentos de muy buen futbol (a veces demasiado exquisito para lo que suele verse en la Primera C) y otros en los que tuvo que sacrificarse más de la cuenta, sin importarle rasparse o embarrarse. Su técnico y varios jugadores debieron soportar una etapa de críticas y reproches que supieron revertir en la segunda parte del campeonato en base a la consolidación de un muy buen grupo, tanto en lo humano como en lo futbolístico.
DEFENSORES UNIDOS: Al principio pareció ser un simple invitado a la fiesta del local porque no hacía pie, era desbordado y no encontraba el juego de equipo, principalmente por la ausencia o casi nula conexión entre los volantes y los delanteros. Eso lo hizo entrar por momentos en un nerviosismo que tuvo su pico en la jugada del gol, donde reclamaban una falta previa. Luego del descanso, el ingreso de Maxi López y una participación más activa de Peralta Cabrera insinuaron la posibilidad del empate, pero el uno local se encargó de opacarlo. Con el correr de los minutos, las ganas por empatar lo expusieron demasiado atrás, principalmente a su arquero, dejándole casi media cancha libre a su rival.
LA CLAVE: Fue en todo sentido el partido coronación de un Italiano que tuvo momentos de muy buen futbol (a veces demasiado exquisito para lo que suele verse en la Primera C) y otros en los que tuvo que sacrificarse más de la cuenta, sin importarle rasparse o embarrarse. Su técnico y varios jugadores debieron soportar una etapa de críticas y reproches que supieron revertir en la segunda parte del campeonato en base a la consolidación de un muy buen grupo, tanto en lo humano como en lo futbolístico.
QUE HICIERON
SPORTIVO ITALIANO: Salió a la cancha a comerse crudo a su rival como para terminar lo antes posible con el campeonato. Los volantes muy activos abrían constantemente a la defensa para que los hombres más punzantes quedaran de cara al gol y así fue que Heredia recuperó una pelota arrojándose al pìso, siguió la jugada y Di Biasi definió tras un rebote frente al arquero. Ravest vio la segunda amarilla después de la media hora y pese a jugar con diez el Azzurro desperdició algunas chances para ampliar la diferencia. En el complemento se retrasó unos metros, pero la solidez de Milton Alvarez y de los defensores dieron pie para algunos contragolpes que increíblemente no terminaron en goles de Rojano o de Oviedo, sino terminaba dos o tres goles arriba.
SPORTIVO ITALIANO: Salió a la cancha a comerse crudo a su rival como para terminar lo antes posible con el campeonato. Los volantes muy activos abrían constantemente a la defensa para que los hombres más punzantes quedaran de cara al gol y así fue que Heredia recuperó una pelota arrojándose al pìso, siguió la jugada y Di Biasi definió tras un rebote frente al arquero. Ravest vio la segunda amarilla después de la media hora y pese a jugar con diez el Azzurro desperdició algunas chances para ampliar la diferencia. En el complemento se retrasó unos metros, pero la solidez de Milton Alvarez y de los defensores dieron pie para algunos contragolpes que increíblemente no terminaron en goles de Rojano o de Oviedo, sino terminaba dos o tres goles arriba.
DEFENSORES UNIDOS: Al principio pareció ser un simple invitado a la fiesta del local porque no hacía pie, era desbordado y no encontraba el juego de equipo, principalmente por la ausencia o casi nula conexión entre los volantes y los delanteros. Eso lo hizo entrar por momentos en un nerviosismo que tuvo su pico en la jugada del gol, donde reclamaban una falta previa. Luego del descanso, el ingreso de Maxi López y una participación más activa de Peralta Cabrera insinuaron la posibilidad del empate, pero el uno local se encargó de opacarlo. Con el correr de los minutos, las ganas por empatar lo expusieron demasiado atrás, principalmente a su arquero, dejándole casi media cancha libre a su rival.
EL PANTALLAZO
Hubo mucha previa a lo largo de toda la semana para juntar globos, papeles, rollos de cinta y demás cosas que servirían para decorar lo que preveían como una fiesta. El frío matinal y el barro originado por las lluvias de la noche anterior no impidió que el sábado los hinchas se fuesen acercando al estadio desde muy temprano para terminar de organizar todo. Mientras un grupo desplegaba las banderas de la popular y los alambrados, otros preparaban las hamburguesas del almuerzo. Colgaron los tradicionales tirantes tricolores, dos banderas argentinas, unas cuantas de palo, varias en agradecimiento a jugadores y cuerpo técnico, las de distintos barrios y detrás del arco que da hacia el aeropuerto se estrenó una muy destacada de fondo azul y letras blancas que decía ¨Vitrola pensando en vos siempre, siempre extrañándote” como homenaje al joven dirigente Víctor Cicconetti, fallecido hace unos meses. La salida del equipo fue acompañada por el despliegue del telón, bengalas, humo azul y una nube de serpentinas que demoraron el inicio del partido. Las trompetas, bombos y redoblantes fueron el fondo musical de un aliento permanente referido siempre al ascenso y con muchas dedicatorias a su clásico rival Deportivo Español. A los más de 3500 que cubrieron la popular (se destacó la presencia de familias completas y chicos, en su mayoría con vestimenta o cotillón) se le sumaron 1000 plateístas y otros 500 azzurros entre los que se ubicaron en la cabecera más pequeña y los esparcidos sobre el alambrados perimetral. Una multitud de allegados, familiares y algunos hinchas que lograron filtrarse se agolparon delante del banco de suplentes a la espera del pitazo final del juez para festejar junto a los jugadores, quienes como sucede en estas ocasiones fueron despojados por completo de sus vestimentas. Gran variedad de pirotecnia (la más explosiva fue organizada detrás de la tribuna) ensordeció la tan ansiada vuelta olímpica y luego los festejos continuaron en la zona de vestuarios donde los jugadores con un bombo y un redoblante entonaron durante más de una hora cada uno de los temas de la hinchada. Cuando el fervor calmó, el plantel, el cuerpo técnico, familiares, dirigentes y allegados hicieron un brindis en la zona de la concentración. Entre la masa azzurra hubo una veintena del CADU que pasaron desapercibidos.
Hubo mucha previa a lo largo de toda la semana para juntar globos, papeles, rollos de cinta y demás cosas que servirían para decorar lo que preveían como una fiesta. El frío matinal y el barro originado por las lluvias de la noche anterior no impidió que el sábado los hinchas se fuesen acercando al estadio desde muy temprano para terminar de organizar todo. Mientras un grupo desplegaba las banderas de la popular y los alambrados, otros preparaban las hamburguesas del almuerzo. Colgaron los tradicionales tirantes tricolores, dos banderas argentinas, unas cuantas de palo, varias en agradecimiento a jugadores y cuerpo técnico, las de distintos barrios y detrás del arco que da hacia el aeropuerto se estrenó una muy destacada de fondo azul y letras blancas que decía ¨Vitrola pensando en vos siempre, siempre extrañándote” como homenaje al joven dirigente Víctor Cicconetti, fallecido hace unos meses. La salida del equipo fue acompañada por el despliegue del telón, bengalas, humo azul y una nube de serpentinas que demoraron el inicio del partido. Las trompetas, bombos y redoblantes fueron el fondo musical de un aliento permanente referido siempre al ascenso y con muchas dedicatorias a su clásico rival Deportivo Español. A los más de 3500 que cubrieron la popular (se destacó la presencia de familias completas y chicos, en su mayoría con vestimenta o cotillón) se le sumaron 1000 plateístas y otros 500 azzurros entre los que se ubicaron en la cabecera más pequeña y los esparcidos sobre el alambrados perimetral. Una multitud de allegados, familiares y algunos hinchas que lograron filtrarse se agolparon delante del banco de suplentes a la espera del pitazo final del juez para festejar junto a los jugadores, quienes como sucede en estas ocasiones fueron despojados por completo de sus vestimentas. Gran variedad de pirotecnia (la más explosiva fue organizada detrás de la tribuna) ensordeció la tan ansiada vuelta olímpica y luego los festejos continuaron en la zona de vestuarios donde los jugadores con un bombo y un redoblante entonaron durante más de una hora cada uno de los temas de la hinchada. Cuando el fervor calmó, el plantel, el cuerpo técnico, familiares, dirigentes y allegados hicieron un brindis en la zona de la concentración. Entre la masa azzurra hubo una veintena del CADU que pasaron desapercibidos.
SPORTIVO ITALIANO 1: Milton Alvarez (7); Diego Bordón (6), Matías Palavecino (6) y Joaquín Laso (6); Carlos Ciavarelli (5) (65´ Francisco Rosa 5), Juan Heredia (7) (66´ Nahuel Oviedo 6), Leonel Ravest (4), Rodrigo Archubi (5) y Elías Di Biasi (7); Marcelo Burzac (6) (58´ Leonardo Martínez 5); Antonio Rojano (6). DT: Mario Rizzi. Suplentes: Rodrigo Drago, Franco Guibelalde, Sergio Alvarez y Nicolás Kissner
DEFENSORES UNIDOS 0: Nicolás Peranic (7); Ramiro Montenegro (5), Carlos Madeo (6) y Facundo Argañaraz (5); Leandro Aversa (4) (49´ Maximiliano López 6), Fernando Smargiassi (6), Matías Giménez (5) y Matías Italiani (5); Martín Mustachi (5); Gustavo Pastor (5) y Eugenio Peralta Cabrera (6). DT: Norberto D´Angelo. Suplentes: Daniel Ratón, Rubén Gómez, Ever Zárate, Jerónimo Loeffel, Martín Giménez y Santiago Fredes.
Jugado el 17 de mayo
Gol: 16´ Di Biasi.
Expulsado: 36´ Ravest.
Árbitro: (6).
Cancha: Sp. Italiano (Regular).
Público: 5000.
Resultado Moral: Sportivo Italiano 3 - Defensores Unidos 1.