Sportivo Italiano
La paciencia que tuvo premio
Italiano solo había ganado un partido de los primeros 10. Pero sus dirigentes nunca pusieron en duda a Mario Rizzi. Con una campaña arrolladora como local, y ganando lo justo y necesario de visitante, el Tano le puso fin al calvario de estar en la C. (Foto: Fútbol Azzurro TV)
Por Sebastián Crosta
Luego de cuatro años de errores que le hicieron retroceder dos categorías y perder convocatoria de público, Sportivo Italiano se reconstruyó. Lo certifica la campaña, este nuevo ascenso y dejar, a 40 años de su último paso, la Primera C y supuestamente para siempre.
Los dirigentes pusieron su parte aunque los goles y partidos los consiguen los futbolistas. El proyecto fue diferente, tanto por un nombre que no era de la categoría como Mario Rizzi (aunque secundado por un flamante jugador retirado y analista de la C, como Pablo Hourcade), como por los refuerzos, varios hombres de equipos de los certámenes del Consejo Federal.
El comienzo fue muy flojo y hasta hacía mirar el promedio. Justo es decir que en varios partidos puntuales el equipo no ligó, pero no ganaba casi nunca. Diez puntos en 10 fechas y la gente indignada en la cancha y en las redes sociales partidarias. Pero llegó el click. Un triunfo vital ante Excursionistas un domingo a la mañana, con muchos expulsados y polémicas. Y el Azzurro comenzó a funcionar. La idea de Rizzi se empezó a entender, sobre todo jugando como local donde, contando ese encuentro mencionado, llegó a hilvanar 8 victorias en seguidilla, más otras 4 en esta recta final. Ahí marcó la diferencia. Nadie hizo de su casa una fortaleza confiable y el Tano sí. Y de visitante, rescató pocos triunfos, sí, pero el que había que ganar lo ganó. 1 a 0 en Libertad. Mostrando que sabía ponerse el overol y jugar una final de dientes apretados.
Justo campeón. Por plantel, por idea de juego, en una categoría que fue por demás mezquina e irregular. La paciencia tuvo su premio. Y sin duda será clave para que esto perdure.