Primera B Platense Temperley
El "Pato" de la boda
En una noche de fiesta para el Marrón, Patricio Rodríguez fue el encargado de reflejar en el marcador la expectativa proveniente desde las tribunas. Si bien el encuentro exhibió mucha paridad, Platense siempre buscó ante un Temperley que nunca quiso el protagonismo. (Foto: Platense a lo ancho)
Por Germán Balcarce
LA CLAVE: El golazo que resolvió la historia y una atajada de Claudio Flores para sostener el cero en un mano a mano contra Fernando Brandán.
QUE HICIERON
PLATENSE: Es el único que propuso. Más allá de que le costó bastante frente a un adversario muy disciplinado tácticamente, el Calamar jamás se desesperó. Trató la pelota con la prolijidad que lo caracteriza en el medio campo, acelerando cuando se acercaba al área de enfrente. Sin embargo, también supo combatir en los momentos de lucha. Parecía que se le iba a escapar la posibilidad de sacar una ventaja en casa. Daniel Vega, durante los minutos iniciales, no pudo frente a Federico Crivelli. Pero Patricio Rodríguez, que desperdició el rebote en la acción mencionada, sí logró desequilibrar en el complemento mediante un zurdazo tan potente como esquinado. Gracias a eso, más una supremacía territorial, le alcanzó al conjunto de Sebastián Méndez para soñar con la vuelta a la B Nacional. Si el domingo no pierde, concretará su objetivo postergado en los últimos años.
TEMPERLEY: Ricardo Rezza presentó un dibujo que delató sus intenciones. Si bien es cierto que Platense es un rival de temer cuando actúa en Vicente López, el Gasolero debería haber sido un poco más audaz. Brandan por derecha y Leonardo Di Lorenzo en el otro costado podían despertar esperanzas. Desde la izquierda el aporte ofensivo fue nulo, mientras que el primero de los mencionados tuvo la única chance clara, rechazada por el arquero local. El 5-4-1 mostró un orden destacable. Combativo, compacto, extremadamente riguroso para cortar los circuitos del Marrón. Aunque inofensivo a la hora de pensar en el otro arco. Las acciones provenientes de pelota parada fueron el recurso principal, pero en cuentagotas. El plan estuvo cerca del éxito (léase un 0-0) hasta que una maniobra individual derrumbó ese yenga tan firme y alto como peligroso. Ahora, el Celeste necesita un triunfo por la mínima diferencia para llevar el asunto a la definición por penales y subir.
LA CLAVE: El golazo que resolvió la historia y una atajada de Claudio Flores para sostener el cero en un mano a mano contra Fernando Brandán.
QUE HICIERON
PLATENSE: Es el único que propuso. Más allá de que le costó bastante frente a un adversario muy disciplinado tácticamente, el Calamar jamás se desesperó. Trató la pelota con la prolijidad que lo caracteriza en el medio campo, acelerando cuando se acercaba al área de enfrente. Sin embargo, también supo combatir en los momentos de lucha. Parecía que se le iba a escapar la posibilidad de sacar una ventaja en casa. Daniel Vega, durante los minutos iniciales, no pudo frente a Federico Crivelli. Pero Patricio Rodríguez, que desperdició el rebote en la acción mencionada, sí logró desequilibrar en el complemento mediante un zurdazo tan potente como esquinado. Gracias a eso, más una supremacía territorial, le alcanzó al conjunto de Sebastián Méndez para soñar con la vuelta a la B Nacional. Si el domingo no pierde, concretará su objetivo postergado en los últimos años.
TEMPERLEY: Ricardo Rezza presentó un dibujo que delató sus intenciones. Si bien es cierto que Platense es un rival de temer cuando actúa en Vicente López, el Gasolero debería haber sido un poco más audaz. Brandan por derecha y Leonardo Di Lorenzo en el otro costado podían despertar esperanzas. Desde la izquierda el aporte ofensivo fue nulo, mientras que el primero de los mencionados tuvo la única chance clara, rechazada por el arquero local. El 5-4-1 mostró un orden destacable. Combativo, compacto, extremadamente riguroso para cortar los circuitos del Marrón. Aunque inofensivo a la hora de pensar en el otro arco. Las acciones provenientes de pelota parada fueron el recurso principal, pero en cuentagotas. El plan estuvo cerca del éxito (léase un 0-0) hasta que una maniobra individual derrumbó ese yenga tan firme y alto como peligroso. Ahora, el Celeste necesita un triunfo por la mínima diferencia para llevar el asunto a la definición por penales y subir.
EL PANTALLAZO
Las calles de Vicente López y Saavedra, apenas separadas por la General Paz, se vistieron de marrón desde una hora antes del comienzo. Un inicio demorado para que la gente pudiera ingresar al estadio, debido a que cientos de hinchas hacían fila para acceder a los diferentes sectores. En total, unos 15.000 fanáticos acompañaron a Platense, con más de 40 banderas colgadas, una larga, varios tirantes y trapos de palo, incluso en la platea. Los fuegos artificiales detonados detrás de cada cabecera le dieron una efervescencia especial al marco para que la bienvenida fuera a toda orquesta. Con cartulinas a tono, serpentinas, papelitos y bengalas, el equipo fue recibido de manera excelente, a través de los hits habituales. Al principio, el aliento se hizo sentir con "dale (6), calamares / dale (6), Calamar". A excepción de la barra, el apoyo mediante melodías fue esporádico. Es que la expectativa y el nerviosismo coparon la escena, aunque el desarrollo del encuentro tampoco colaborada demasiado. Por supuesto que se palpitó el posible duelo frente al clásico rival ("el que no salta es Paternal"), pero lo importante fue el respaldo hacia los jugadores: "Oooh, vamos, Tense, vamos / Ponga huevo, que ganamos". Al adversario de turno también se le dedicó un cántico, apelando a 1987: "Ahí está, ahí los ven, los que mandamos a la B". Cuando la preocupación crecía, llegó el golazo de Patricio Rodríguez y estalló el "dale, Marrón (2)". Más de un simpatizante, enojado por el planteo visitante, exclamó "ahora tienen que salir a buscar el empate". La despedida fue con un sinfín de aplausos, al grito "sí, sí, señores", elogio incluido para el autor del tanto: "Olé (4), Pato (2)". Del Gasolero, alrededor de 100 allegados, ubicados en la tribuna lateral que suelen enfocar las cámaras de TV, debido a que la tribuna de las vías fue habilitada para los locales. Además, durante el entretiempo la voz del estadio anunció la presencia de Gonzalo Bergessio (estuvo en la platea), ovacionado cuando recorrió el campo.
Las calles de Vicente López y Saavedra, apenas separadas por la General Paz, se vistieron de marrón desde una hora antes del comienzo. Un inicio demorado para que la gente pudiera ingresar al estadio, debido a que cientos de hinchas hacían fila para acceder a los diferentes sectores. En total, unos 15.000 fanáticos acompañaron a Platense, con más de 40 banderas colgadas, una larga, varios tirantes y trapos de palo, incluso en la platea. Los fuegos artificiales detonados detrás de cada cabecera le dieron una efervescencia especial al marco para que la bienvenida fuera a toda orquesta. Con cartulinas a tono, serpentinas, papelitos y bengalas, el equipo fue recibido de manera excelente, a través de los hits habituales. Al principio, el aliento se hizo sentir con "dale (6), calamares / dale (6), Calamar". A excepción de la barra, el apoyo mediante melodías fue esporádico. Es que la expectativa y el nerviosismo coparon la escena, aunque el desarrollo del encuentro tampoco colaborada demasiado. Por supuesto que se palpitó el posible duelo frente al clásico rival ("el que no salta es Paternal"), pero lo importante fue el respaldo hacia los jugadores: "Oooh, vamos, Tense, vamos / Ponga huevo, que ganamos". Al adversario de turno también se le dedicó un cántico, apelando a 1987: "Ahí está, ahí los ven, los que mandamos a la B". Cuando la preocupación crecía, llegó el golazo de Patricio Rodríguez y estalló el "dale, Marrón (2)". Más de un simpatizante, enojado por el planteo visitante, exclamó "ahora tienen que salir a buscar el empate". La despedida fue con un sinfín de aplausos, al grito "sí, sí, señores", elogio incluido para el autor del tanto: "Olé (4), Pato (2)". Del Gasolero, alrededor de 100 allegados, ubicados en la tribuna lateral que suelen enfocar las cámaras de TV, debido a que la tribuna de las vías fue habilitada para los locales. Además, durante el entretiempo la voz del estadio anunció la presencia de Gonzalo Bergessio (estuvo en la platea), ovacionado cuando recorrió el campo.
Patricio Rodríguez (Platense), autor del gol: "Por suerte, no dudé en patear y le pegué de zurda. Nos queda un pasito más. La revancha va a ser difícil. Tenemos que tener los pies sobre la tierra. Vamos a salir a hacer el mejor partido posible en Temperley".
PLATENSE 1: Claudio Flores (7); Humberto Vega (6), Walter Gómez (6), Diego Molina (6), Barreiro (5); Luis Quiroga (6)(87' Pablo Ruiz), Pansardi (6), Jonatan Páez (6)A, Walter Ortiz (5)(71' Melivilo); Patricio Rodríguez (8); Daniel Vega. DT: Sebastián Méndez Suplentes: Agustín Pérez, Chieffo, Pepe y Víctor Meza.
TEMPERLEY 0: Crivelli (6); Leonel Barrios (5), Gastón Aguirre (5), Cucco (6), Frejuk (5)A; Fernando Brandan (6)(66' Fabián Sambueza), Arregui (5), Salina (5)(81' Corado), Cristian Quiñónez (5)A(66' Gianunzio), Di Lorenzo (4); Luis López (4)A. DT: Rezza. Suplentes: De Bórtoli, Carlos Ramos, Cristian Paz y Demaldé
Jugado el 5 de junio
Gol: 79' Patricio Rodríguez
Cancha: Platense (buena)
Árbitro: Pablo Dovalo (6)
Asistentes: Andrés Prendel y Gerardo Carretero
Árbitro suplente: Carlos Stoklas
Público: 15.100
Resultado Moral: Platense 1- Temperley 0