QUE HICIERON
ACASSUSO: Conforme con lo que venía realizando, salió a la cancha con una única modificación como para seguir dándole rodaje a lo que se venía ensayando. Esa confianza del entrenador fue captada por sus dirigidos para hacer un partido ordenado y sin apresuramientos como sabiendo que tarde o temprano iban a llegar los resultados deseados. Así fue que González se transformó en el cerebro y Friedrich fue eje en el medio campo, mientras que Pumpido y Gómez trataron de aprovechar cada uno de los regalos que recibía de la defensa rival. La mínima ventaja con la que se fue al descanso podía haber sido mayor porque había sido absoluto dominador, pero supo esperar para dar un nuevo golpe a través de Pumpido entrando al área casi caminando, luego Ada convirtió el tercero con total tranquilidad y allí cerró la cuenta solo porque terminó haciendo alguna de más o se topó con el uno visitante, sino la diferencia podría haber sido mucho mayor.

SPORTIVO ITALIANO: La tomaba uno de azul y el pase terminaba en los pies de uno de blanco. Tiraban un centro y nadie estaba para cabecear. Salía un pase en profundidad y nadie corría a su búsqueda. Nada pero nada hacía correctamente, mostrándose como un equipo dubitativo, sin luces ni objetivo próximo a cumplir. Encima, la línea de tres defensores volvió a ser una invitación permanente para el local tanto por los costados como por el centro, mientras que los volantes no tenían recuperación ni elaboración y entonces los delanteros quedaban aislados de toda posibilidad de quebrar el arco contrario. En los noventa minutos casi no ocasionó más peligro que dos débiles cabezazos de Oviedo (uno salió desviado y el otro cayó en las manos del uno) y una arremetida de Martínez contra el palo izquierdo que el arquero terminó desviando al córner.