Muchos decían que era cuestión de tiempo, desde que Talleres descendió al Torneo Federal A ya se ponía en duda la continuidad de “Vitrola” como entrenador del equipo cordobés. Sus números no son del todo buenos: ganó 5, empató 5 y perdió 5; su equipo convirtió 22 goles y le hicieron 20. Pero más allá de las estadísticas, Ghiso jamás contó con el apoyo total de todos los integrantes del fondo de inversión. El que menos coincidía con la continuidad del entrenador era el nuevo manager del club, Mario Ballarino. Desde su llegada, Ballarino le marcó la cancha al DT: primero le sacó del cuerpo técnico a su preparador físico y luego a un ayudante de campo. Esto fue calando hondo en la relación de Ghiso con el manager. Se preveía que ante el primer tropiezo del equipo de Barrio Jardín, el puesto del entrenador tambalearía. Esto sucedió el pasado sábado, cuando el elenco cordobés sufrió una inesperada derrota 1-4 en el estadio Kempes ante Unión (Mar del Plata). Y todo lo que que ya se presagiaba se dio: afuera Ghiso y ahora se busca quien se calce el buzo de técnico del Tallarín.

La dupla Obulgen-Coleoni se hará cargo nuevamente del primer equipo de forma interina como en la pasada temporada, cuando el fondo rescindió el contrato con RubénForestello. La dirigencia Albiazul iría otra vez en busca de Arnaldo “Cacho” Sialle, quien ascendió a Talleres a la segunda categoría en Mayo del 2013, técnico también echado al término de la primera rueda en la B Nacional. 

Lo cierto es que el Matador sólo sacó uno de los seis puntos en juego en la presente temporada del Federal A y los hinchas se impacientan. Será trabajo de Ballarino y compañía buscar un salvador para este momento caliente de la “T”.