Por Fernando Prieto (@ferprietoeof)

Lo de esta fecha, con nueve cambios de la programación original (al menos hasta el momento en que se está escribiendo esto) y la posibilidad latente de que haya más, sumado a la postergación de Huracán - Banfield por la Copa (¿por la falta de policías o por la cercanía del clásico del Taladro con Lanús?), al cambio de sede de Argentinos Juniors - Racing por el mismo torneo y la incertidumbre en varios clubes por saber si los partidos se juegan con o sin gente, es un fiel reflejo de lo que es la AFA hoy en día. Una anarquía total.

Siempre nos expresamos en contra del personalismo de Julio Grondona para dirigir la AFA. Hoy lo reafirmamos. Lejos de ser un don del fallecido presidente, hoy nos damos cuenta que se trataba mucho más de la falta de capacidad y de autoridad de los dirigentes. No se puede hablar de categorías, cuando en todas ellas hubo cambios, algunos de último momento. Y si hilamos fino, son muy pocos los clubes que, desde que empezó el campeonato, no sufrieron cambios en sus partidos. 

Por último, ¿quién es el responsable de que se disputen partidos constantemente en días y horarios laborales? ¿No nos dijeron hace siete años que a partir de la veda al público visitante se iba a jugar toda la fecha en sábado y domingo? ¿Quién se acuerda del hincha y del socios? Ya ni siquiera alcanza con "pedir el día" para seguir a un club, hoy hay que pedir la semana para blindarse contra cualquier cambio de horario. Y si la idea es ir a todos los partidos, directamente hay que pedirse licencia de acá hasta diciembre.