Central pulverizó el sueño de Argentinos
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Central pulverizó el sueño de Argentinos

El Canalla liquidó al Bicho con un lapidario 5-0, por lo que el conjunto de Arroyito será el rival de Huracán en la final de la Copa Argentina. (Foto: Diario La Capital, Rosario)

Por Diario La Capital, Rosario

Central lo hizo. Y lo hizo bien. Hasta lo resolvió con facilidad. Aunque no lo era. Con suficiencia. Y también amor propio. En cada gol el plantel se unió para festejarlo. Como tributo a una unión y a la convicción de que hay un objetivo posible. El equipo de Russo es finalista de la Copa Argentina. Pensó el partido. Lo trabajó. Lo fue cimentando. A sabiendas de las dificultades. Pero con entrega total. Como ratificación de lo que el entrenador había señalado en la previa: “Este grupo merece jugar la final”. Y ahí está. Un 5 a 0 ante Argentinos. Ahora queda una estación intermedia en Bahía Blanca y el miércoles volverá aquí, a este estadio de San Juan. A dirimir la cuestión con Huracán.

El orden táctico, la vocación de servicio, la fusión de juventud y experiencia. Y la contundencia, sí, la contundencia, fueron las herramientas canallas en el Bicentenario cuyano para meterse en la final de una Copa Argentina que abre un portón a la Copa Libertadores en caso de que pinche al Globo la semana próxima.

Abreu, Niell, Donatti, Correa y Encina plasmaron en la red lo que un equipo como ejemplo de cooperativa elaboró en el campo. En el que como la perinola, todos ponen. Y todos toman.

El inicio fue tenso. Intenso. Con más nervios que ideas. Típico de un partido en el que se juegan cosas importantes. Disputado como una semifinal. Con dientes apretados. A cara de perro. La misma que se pusieron Russo y Riquelme en la salida de Abreu. Amigos son los amigos, pero en la cancha se transforman en adversarios. Más cuando son encuentros decisivos. Y si de llegar a finales se trata.

También fue accidentado. Russo arrancó sentado en el piso por un banco flojo y después lo vio desde afuera por expulsión. Gabbarini se lesionó. Abreu también. Justo cuando el Loco venía derecho. Porque había hecho el gol. Pero desde su salida el clima se enrareció y Central se quedó sin faro. El ordenador no estaba. Pero llegó bien al descanso para recomponer líneas.

Y vaya si las recompuso. Niell puso la distancia de la calma. Eso que algunos dicen que el peor resultado es el 2 a 0, pero sin embargo que le expliquen a los canallas que anoche cantaron los 90 minutos, pero que en esa conquista se abrazaron porque sintieron que la final asomaba detrás de la cordillera de los Andes.

Y después Donatti la empalmó en el tercero y ahí ya la historia semifinal tenía protagonista. Certificada con la firma de Correa, quien inscribió su nombre en el capítulo nacional. Y rubricada con el Sapo, que sobre la hora puso quinta a fondo.

Claro que a esa altura ya era el equipo de Gottardi, que gesticuló a dos manos pero que tras el cuarto se sentó en el banco hasta concluir.

Central es finalista. A toda orquesta. La que armó la gente en la tribuna y el equipo en el campo. Por eso se unieron todos. Jugadores e hinchas.

Merecido triunfo. Digno finalista. Ahora falta el último capítulo. Pero falta una semana.

ROSARIO CENTRAL 5:
Caranta; Ferrari, Gómez Andrade (A), Donatti y Delgado; Encina, Barrientos (79´ Lazo), Musto y Becker; Niell (70´ Correa) y Abreu (25´ Valencia). DT: Russo. Suplentes: García, Acevedo, Medina y Aguirre
ARGENTINOS JUNIORS 0: Gabbarini (17´ Ojeda); Almandóz, Sabia (45´ Lenis), Caruzzo y Torrén (A); Freire, Vázquez (45´ Zapata) y Ham; Riquelme (A); Castillejos y Juan Ramírez. DT: Gorosito. Suplentes: Álvarez, Garré, Coria y Rinaldi  

Jugado el 19 de noviembre
Goles:
14´ Abreu, 52´ Niell, 62´ Donatti, 81´ Correa y 89´ Encina
Cancha: Del Bicentenario (San Juan)
Árbitro: Patricio Loustau