Tal como sucedió en las tres primeras fechas del campeonato, Aldosivi tuvo que correr otra vez desde atrás. La semana pasada, en Avellaneda, tuvo un encendida reacción que le permitió pasar del 0-2 al 2-2 nada menos que contra Independiente. Pero ayer no pudo repetir. Y como en el debut en San Juan (0-3 con San Martín) o en la segunda fecha contra Ferro aquí (0-1), Aldosivi volvió a comprobar aquello de que "el que pega primero, pega dos veces".

Es que, en efecto, el conjunto portuense arrinconó a su rival en la recta final del partido en busca del empate. Descontó y tuvo chances claras para lograr su cometido. Pero esta vez no le alcanzó. Se topó con un Fernando Pellegrino, el arquero de Defensa y Justicia, que respondió bien, y se quedó con las manos vacías.

Así, si bien el torneo de la B Nacional recién empieza y es larguísimo (son 42 fechas), los hinchas de Aldosivi ven cómo su ilusión se "desinfla" rápidamente.

Al margen de las preocupaciones lógicas de algunos y el pesimismo desmedido de otros (no iban 10' y ya se escuchaban encendidos reclamos desde la platea) este Aldosivi de Sebastián Rambert todavía no logró plasmar en el campo de juego, por los puntos, lo bueno que insinuó durante la pretemporada. Hasta aquí mostró lo mejor en el primer tiempo del partido con Ferro. También dejaron señales positivas el segundo tiempo del cotejo con Independiente o los últimos diez minutos de ayer. Pero quizás, en estos dos últimos casos, haya sido más por una cuestión de actitud que de juego en sí. El propio Rambert reconoció ayer en la rueda de prensa que todavía su equipo no juega como él pretende. No tiene aún una identidad definida.

Enfrente tuvo ayer a un Defensa y Justicia con la confianza por las nubes. Práctico, prolijo, que buscó defenderse con la pelota, apoyado en la actuación de su arquero para mantener la ventaja y en la inteligencia de su armador, Gonzalo Díaz, para aprovechar los momentos favorables del partido. Con ellos, más la productiva tarea de Washington Camacho llegando al área desde la izquierda (participó de los dos goles) y de Juan Martín Lucero para convertir (marcó por duplicado) el elenco de Florencio Varela encadenó su cuarto triunfo al hilo y encendió las luces de alarma por el puerto marplatense.

El desarrollo

De entrada Aldosivi intentó llevarse por delante a su rival y a los 30 segundos, en la primera jugada, Imbert generó zozobra ingresando al área por izquierda y metiendo un centro rasante que no pudo ser conectado por ningún compañero.

Pero Defensa -a diferencia de lo que había propuesto Ferro dos semanas atrás- no se dejó llevar por delante y, con la pelota, buscó cambiar golpe por golpe. De hecho a los 5' tuvo una ocasión propicia para abrir el marcador, cuando Marcelo Benítez se proyectó por izquierda, llegó al área con pelota dominada y metió un zurdazo bajo que Campodónico sacó con un manotazo que luego dio en el palo.

La visita manejaba mejor la pelota, aunque ya no pudo volver a llegar con claridad durante un buen rato. Y Aldosivi, cuando comenzaba a ser ganado por el nerviosismo, encontró en una ráfaga dos chances clarísimas para abrir el marcador. A los 32' Imbert recibió la pelota en tres cuartos de cancha, se perfiló para su zurda y metió un remate bajo que sacó en gran reacción Pellegrino. Y tras el tiro de esquina, Brian Flores encontró la pelota en el corazón del área, luego de una serie de rebotes, y le dio un puntazo que Pellegrino, en enorme reacción, terminó desviando por sobre el travesaño con otro manotazo salvador.

Pero a los 42', Defensa fue más oportuno. Camacho, con un toque sobre la medialuna, desacomodó a los centrales locales y habilitó, por el medio, a un Lucero que ingresó al área y le dio con zurda, abajo, al primer palo, para superar la estirada de Campodónico.

En la última jugada de esa etapa inicial Aldosivi tuvo el empate. Rearte asistió por el centro a Seccafién pero "Quique", pisando el área, perdió en el mano a mano ante otra notable intervención de Pellegrino.

Como en Avellaneda, Rambert intentó generar un cambio a partir del ingreso de Malcorra (por Aguirre). Y enseguida, a los 11' del complemento, mandó a la cancha al lungo Chiapello por Rearte para tener mayor presencia en el área rival. Aldosivi quedó con Seccafién por derecha, Malcorra por la otra banda, e Imbert arrancando unos metros detrás de los puntas Vildozo y Chiapello.

Sin embargo el golpe de efecto lo dio el equipo de Cocca. Iban 14' cuando Cardozo se equivocó en la salida y Defensa sacó el máximo rédito. Camacho le dio con zurda, desde afuera y de forma defectuosa, pero con tanta fortuna que el envío encontró en el camino a un Lucero que alcanzó a desviar la trayectoria y descolocó a Campodónico.

Un par de minutos antes el técnico visitante había sacado de la cancha a Gonzalo Díaz. La variante, paradójicamente le restó claridad al contragolpe de los de Varela. Sobre todo porque enfrente Aldosivi parecía ya dominado por los nervios. Pero el dueño de casa llegó rápido al descuento. Fue a los 19', en un remate de Seccafién que Pellegrino no pudo retener e Imbert aprovechó para, de arremetida, poner el 1-2

El conjunto portuense recobró la esperanza. Y Defensa ya no contó con Gonzalo Díaz para defenderse con la pelota lejos de su arco. Por eso, lentamente, el elenco de Rambert fue arrinconando a su rival. Tuvo dos chances clarísimas para empatar. A los 40', cuando Vildozo bajó de cabeza un centro de Malcorra y Chiapello, estrelló su remate final en el palo. Y dos minutos después cuando Pellegrino sacó al córner un picante remate del ingresado Baima desde la medialuna.

Al cabo, otra vez no le alcanzó a Aldosivi para dar vuelta el partido. Ayer mostró arrestos individuales y el empuje del final pero se topó con un arquero que fue figura. Le está costando encontrar un patrón de juego. Y también convertir las chances que, más allá de las formas, ha logrado generar.

EL PANTALLAZO
Unas 2000 almas del Tiburón en una tarde realmente fría. Por la lluvia, los hinchas que estaban en la popular se pasaron a la platea techada del Minella. Muy buen aliento, aunque muchos reproches para el equipo. Gran ovación a Campodónico en el final, que estando lesionado siguió atajando ya que Aldosivi ya había realizado los tres cambios.