Parece mentira que solo un puñado de meses atrás hayan quedado los empates de local contra Colegiales, Acassuso y otros tantos. Y que ahora el fixture diga que el próximo 22 de febrero el Beranger espera a Boca. Pero Temperley lo hizo.

   Después del milagroso ascenso ante Platense, Rezza tuvo la chance de armar ¨su¨ equipo. Dejando la base del campeón pero agregando jugadores no muy conocidos como Bojanich, Oroná o Di Nenno, que serían pilares de este logro. Temperley empezó a mostrar los dientes porque tenía la virtud de ganar siempre en el Beranger, y a eso le sumó un triunfo en Paraná que rápidamente lo dejó con saldo de puntos favorable y un buen colchón.

   Cuando todo se complicaba porque la pérdida del invicto en casa le quitaba ese plus, apareció una victoria impresionante sobre Sportivo Belgrano que le devolvió la respiración, porque ya nadie lo sacaría de los puestos de ascenso hasta el final. De local sacó 25 puntos de 30, sí 25, la misma cantidad o más, que lo que hicieron cuatro rivales de su zona entre todos sus partidos. Y de visitante, si bien es cierto que sufrió varias derrotas amplias, supo ganar justo los dos partidos que la situación le pedía.

   Este ascenso no fue porque había 10 cupos. Llegó porque realmente estuvo entre los mejores de su sección. Lo hizo en silencio y lo disfruta a los gritos. Y se lo merece.

A continuación, los futbolistas que defendieron los colores de Temperley, entre paréntesis los goles convertidos por cada jugador y, en el caso de Crivelli, las vallas invictas. Cada ¨r¨ representa las expulsiones.