Información general
Fútbol sin hinchas: una bolsa vacía
Sin visitantes desde 2007, cada vez son más los partidos que se juegan a puertas cerradas.
Por Fernando Prieto (@ferprietoeof)
Como lo dijo el gran Discépolo en su maravillosa película: "El Hincha". El fútbol sin gente es "una bolsa vacía". Algo que no tiene razón de ser.
Sumados a los seis años que ya pasaron de que el público visitante dejó de existir en el Ascenso, ahora la nueva modalidad es jugar sin gente. Y sin cancha.
Lo sucedido ayer en Claypole puede servir de disparador para preguntarse ¿cuál es la solución que aporta sancionar a un club haciéndolo jugar sin gente por los incidentes causados por unos pocos? En la actualidad, son varios clubes los que lo están sufriendo: San Miguel, Defensores Unidos, seguramente Claypole, y por motivos diferentes, Argentino de Quilmes y Berazategui.
En el caso puntual de Claypole, donde el conflicto fue por temas ajenos al club, y se dio en la cancha como se podría haber dado en la calle o en un boliche, no se explica que la sanción sea hacer jugar al club sin gente y en otro estadio. Porque aunque no sea oficial, seguramente va a pasar. Entonces, los hinchas genuinos -que no son pocos- además de haberla pasado mal en la tarde del martes, tendrán que bancarse un tiempo largo sin ver a su equipo. ¿Y a la policía que liberó la zona, quién la sanciona?
Pero el fenómeno se extiende, porque va mucho más allá de las sanciones del APREVIDE. Hay casos como los de Argentino de Quilmes o Berazategui, en los que no hay sanción alguna, y el club juega a puertas cerradas. El mismo caso es el de San Miguel, sobre quien ya no pesaría la sanción por lo ocurrido ante Excursionistas, pero sigue jugando sin gente.
¿Cuál es el rol de los clubes en todo esto? ¿En qué piensan los dirigentes cuando ven que pasa un año entero jugando a puertas cerradas y en otra cancha? ¿Por qué si están para defender los derechos de los socios, no les dan a éstos la posibilidad de ir a la cancha?
Desde que el Ascenso se juega sin visitantes ya no es el mismo. Perdió mucha difusión y, paulatinamente, muchos hinchas también. La imposibilidad de seguir los colores "a todas partes", y en algunos casos directamente no poder verlo ni siquiera de local, ha conspirado para que muchos se vayan alejando. El Ascenso no es Primera División. Si no es en la cancha, no podés ver a tu equipo. Y si no engancha la radio, o no transmiten a tu club, la única que te queda es pasarte dos horas frente a un computadora esperando que llegue un gol de tu equipo. Y si no tenés Internet, jodéte.
Los dirigentes tienen el deber de trabajar para que el Ascenso sea una fiesta. Que la función que cumplen no tiene por fin acomodarse en AFA o viajar al Mundial cada 4 años. Recuperar la identidad es parte de su trabajo. Porque ellos pasan. Pero los clubes se deterioran. Y así, el Ascenso se muere.
Como lo dijo el gran Discépolo en su maravillosa película: "El Hincha". El fútbol sin gente es "una bolsa vacía". Algo que no tiene razón de ser.
Sumados a los seis años que ya pasaron de que el público visitante dejó de existir en el Ascenso, ahora la nueva modalidad es jugar sin gente. Y sin cancha.
Lo sucedido ayer en Claypole puede servir de disparador para preguntarse ¿cuál es la solución que aporta sancionar a un club haciéndolo jugar sin gente por los incidentes causados por unos pocos? En la actualidad, son varios clubes los que lo están sufriendo: San Miguel, Defensores Unidos, seguramente Claypole, y por motivos diferentes, Argentino de Quilmes y Berazategui.
En el caso puntual de Claypole, donde el conflicto fue por temas ajenos al club, y se dio en la cancha como se podría haber dado en la calle o en un boliche, no se explica que la sanción sea hacer jugar al club sin gente y en otro estadio. Porque aunque no sea oficial, seguramente va a pasar. Entonces, los hinchas genuinos -que no son pocos- además de haberla pasado mal en la tarde del martes, tendrán que bancarse un tiempo largo sin ver a su equipo. ¿Y a la policía que liberó la zona, quién la sanciona?
Pero el fenómeno se extiende, porque va mucho más allá de las sanciones del APREVIDE. Hay casos como los de Argentino de Quilmes o Berazategui, en los que no hay sanción alguna, y el club juega a puertas cerradas. El mismo caso es el de San Miguel, sobre quien ya no pesaría la sanción por lo ocurrido ante Excursionistas, pero sigue jugando sin gente.
¿Cuál es el rol de los clubes en todo esto? ¿En qué piensan los dirigentes cuando ven que pasa un año entero jugando a puertas cerradas y en otra cancha? ¿Por qué si están para defender los derechos de los socios, no les dan a éstos la posibilidad de ir a la cancha?
Desde que el Ascenso se juega sin visitantes ya no es el mismo. Perdió mucha difusión y, paulatinamente, muchos hinchas también. La imposibilidad de seguir los colores "a todas partes", y en algunos casos directamente no poder verlo ni siquiera de local, ha conspirado para que muchos se vayan alejando. El Ascenso no es Primera División. Si no es en la cancha, no podés ver a tu equipo. Y si no engancha la radio, o no transmiten a tu club, la única que te queda es pasarte dos horas frente a un computadora esperando que llegue un gol de tu equipo. Y si no tenés Internet, jodéte.
Los dirigentes tienen el deber de trabajar para que el Ascenso sea una fiesta. Que la función que cumplen no tiene por fin acomodarse en AFA o viajar al Mundial cada 4 años. Recuperar la identidad es parte de su trabajo. Porque ellos pasan. Pero los clubes se deterioran. Y así, el Ascenso se muere.