El infierno no está encantador
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El infierno no está encantador

Juventud Unida ganó en Alta Córdoba pero sigue en zona de descenso. Instituto sumó su sexta derrota al hilo. Hubo un vencedor, pero sus realidades preocupan. (Foto: AFA)

Por Hernán Laurino (Día a día)

Se suele decir que los equipos de fútbol te quitan años de vida. Que te quitan la juventud, por decirlo de una forma, cuando las cosas no andan bien.

Se sabe: ir a la cancha no siempre es sinónimo de pasarla bien. Siempre serán más las malas que las buenas en el mundo de la pelota, salvo que seas hincha de un Barcelona de España.

Acá, en Alta Córdoba, hay un grupo de gente que siente que este 2016 le saca años de vida a dos manos. Y que cada fin de semana es una amargura, porque el cuadro de sus amores sigue en la mala racha.

Anoche, Instituto ahondó aún más su pésimo momento en la B Nacional 2016 y cayó derrotado 2 a 0 en su cancha ante Juventud Unida de San Luis por la Fecha 14.

Un rival pobrísimo, que no hizo casi nada, se llevó tres puntos aprovechando el tétrico momento del equipo de Rivoira, que no tiene una pizca de confianza, que sólo revolea la pelota para afuera y donde todos dudan.

Aún su mejor jugador en todo el campeonato: Lucas Hoyos. Justo en el día de su cumpleaños, el "1" de la "Gloria" salió a destiempo en un centro, el eterno Leandro Caruso la metió al medio y Aguirre, el "7" de Juventud, la empujó al gol.

Apenas comenzaba el Segundo Tiempo, pero para este equipo de Instituto cualquier golpe es de nocaut. Por más mínimo que sea.

la psicosis de instituto. Es que más allá de sus evidentes carencias en todas las líneas y aún más en el área rival, sufre de una psicosis que le han provocado estas derrotas en fila (seis con la de Juventud) donde el autoestima de todos se ha reducido a cero.

Nadie cree en sí mismo y mucho menos en un compañero. Entonces, lo que se vio durante 90 minutos. Un puñado de voluntades intentando cortar una racha que parece ya interminable.

El equipo tuvo alguna oportunidad en el primer tiempo, a través de Gotti (lo mejor del local) y Bernardi, con dos situaciones claras que no supieron resolver.

Para el complemento, Rivoira intentó con Mateo García de entrada, pero el gol de la visita lo introdujo a su equipo en el caos de siempre.

Para colmo de males, el segundo tanto bajó como un mazazo en la frente. Lucas Argüello puso el segundo y el local quedó sin respuestas ni reacciones a nada.

El propio Rivoira, respaldado por la gente, se dio dos partidos para decidir si se va o se queda, pero lo cierto es que parece difícil hacer demasiado con un equipo deprimido como este.

Con un puñado de fechas aún por disputarse, la realidad de Instituto entrará en escena con sus elecciones del 8 de Mayo.

No sirve de excusa, pero este plantel hace de Enero que no cobra su salario. Y nada puede funcionar cuando la casa no está en orden.

Párrafo aparte para esos hinchas y socios que decidieron ir a la cancha en una gélida noche de viernes, a pesar de las derrotas al hilo y la pobre campaña. Y no pararon de alentar, aún más cuando el 0-2 era imposible de dar vuelta.

A ellos Instituto le sigue quitando años de vida. Pero, creánme, será imposible convencerlos de que sigan subiendo en cada partido esos escalones y se sienten allí, a esperar que algún día, por alguna razón milagrosa, Instituto gane un partido.

INSTITUTO 0: Hoyos; Di Pietro (72´ Vázquez), Illanes, Molina y Stechina (45´ Mateo García); Bernardi (A), Machín (A), Correa (62´ Mainero) y Endrizzi; Soda y Gotti (A). DT: Rivoira. Suplentes: Olivera, Quiroga, Gallardo e Ignacio Antonio
JUVENTUD UNIDA UNIVERSITARIO 2: Perafán; Ojeda, Tejera, Sainz y Cardozo; Juan Aguirre, Argüello, Passaglia y Matías Díaz (76´ Miranda); Córdoba (86´ Yacob) y Caruso (63´ Escobares). DT: Ramacciotti. Suplentes: Pave, Cabrera, Marcos Fernández y Ciaccheri

Jugado el 29 de abril
Goles: 49´ y 73´ Juan Aguirre
Cancha: Instituto
Árbitro: Pablo Giménez