Douglas lo aplastó
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Douglas lo aplastó

El Fogonero goleó 4-0 a Independiente Rivadavia en el pendiente de la fecha 12. Los de Pergamino triunfaron tras 5 fechas, mientras que el "Profe" Córdoba quedó con un pie afuera de la Lepra. (Foto: La Gloria o Devoto)

Por La Gloria o Devoto

Cada compromiso para Pablo Quatrocchi es una prueba. Es que el entrenador de Douglas, lejos de gestos vehementes y ampulosos en el banco, sin necesidad de generar polémica con sus declaraciones y demostrar verborragia en los micrófonos, elige serenidad y cautela en todos las situaciones, el respeto como punto de partida, y eso a veces en el fútbol no termina de convencer al hincha común.

Sin embargo, al “Flaco” es escaso lo que puede reprochársele en cuanto al discurso, la ideología futbolística que posee desde que desembarcó, más aún en referencia al trabajo que exhibe día a día con el plantel, aunque la cruda realidad indica que los que mandan en este deporte tan pasional son los resultados, y cuando éstos no se dan, todo lo enumerado más arriba no sirve para nada.

El sábado, tras la derrota en Floresta con All Boys 1 a 0, el coach puso en el vestuario la renuncia a disposición de una Comisión Directiva, que si bien no se la aceptó, comenzó a buscarle reemplazante, abriendo el paraguas de otro posible traspié el martes a la hora de la siesta en el postergado ante Independiente Rivadavia.

Y la historia sufrió un cambio radical. Los jugadores bancaron al oriundo de Quilmes dentro de la cancha, y con el 4 a 0 lapidario, sumado a una enorme producción futbolística versus la Lepra mendocina, quedó en claro cuál es la mejor opción en este momento del campeonato.

De arranque, el planteo de los del norte bonaerense fue más ambicioso que lo habitual, ya que a la tradicional tripleta de delanteros, esta vez compuesta por Strada, Raya y Caballuci, se le agregó el talento para manejar la pelota de López y Grazzini en la mitad, mientras que del otro lado Daniel Córdoba intentó lo contrario.

Con un equipo golpeado en las posiciones y lo psicológico, que lo tiene a maltraer en los promedios, el Profe realizó modificaciones y exageró con lo mezquino del dibujo, que consistió en 5 defensores, y delante de ellos 4 volantes atrás del llanero solitario Pereyra, quien justamente a los 2´ corrió un pase de Rearte a las espaldas de Gioda que lo encontró mano a mano con Garavano, pero definió demasiado suave a los guantes del golero.

Además la siguiente, más allá de su plan de refugiarse en el campo propio, también fue de la visita, en un episodio a los 6´ en que Pereyra habilitó a Centurión, el cual disputó el balón abajo con Garavano, y al quedar en al aire el mismo de mediavuelta la tiró al arco desguarnecido, y allí esperó Gallucci que la digirió al córner.

Hubo más, porque a los 13´ Cabral jugó imperfecto el esférico, lo recogió Centurión que enfiló en dirección de Garavano, y su zurdazo rasante fue atrapado por el 1 de La Emilia. Y a los 24´ un peligroso Rearte, que giró sobre su eje en el vértice del área en la derecha, y remató por encima del ángulo.

Empero, el dominio de la bola fue siempre del dueño de casa, que padeció la maraña de camisetas azules que se refugiaron, y les costó penetrarla, hasta que esa resistencia alguna vez se fracturó, en el instante en que Grazzini metió una estocada entre dos adversarios para Raya, que le dio con zurda frente a Aracena, y la trayectoria fue corregida por Strada, que prácticamente en la línea de meta la empujó a los 27´ estableciendo el 1 a 0.

Malas noticias en los de Cuyo, que para colmo del tanto la estantería se trastocó nuevamente debido a que dos minutos posterior al grito de Rodrigo, Bustamante le aplicó una patada criminal al 7 bravo, y vio la roja de forma directa.

A partir de allí aparecieron los espacios, y el local celebró. Grazzini y López jugaron más sueltos a las espaldas de los mediocampistas centrales, Villarreal y Medina, que ya no tuvieron 5 escudos protegiéndolos, y el que más lo gozó fue Caballuci, que con su movilidad se fue convirtiendo en una pesadilla en el visitante.

Por eso a los 36´ se dio una muestra cabal de lo anunciado. El “Enqui” entregó con un toque magistral a la entrada del de Lomas de Zamora, que se filtró en el área y con su pierna hábil ajustició a Aracena para estampar el 2 a 0.

A pesar de la algarabía que se vivió en el Miguel Morales, a los 39´ el desarrollo por poco varía. Centurión sacudió el poste izquierdo de Garavano, que su vez le ahogó el descuento en el rebote a Pereyra, en una reacción estupenda.

No obstante, antes del descanso el “Milan de Pergamino” contó con dos posibilidades para cerrar el encuentro, y falló. Primero Grazzini a los 41´, que quiso colocar con su botín zurdo la globa en el caño más lejano de Aracena, y la otra a los 44´ mediante Bazán, que previo a un amague probó y la redonda pegó en la parte exterior de la red.

En el inicio del complemento, Caballuci casi le baja la persiana al partido. A los 3´ recibió de Grazzini, y sacó un tiro potente que Aracena envió la esquina. Igualmente, a los 8´ se desquitó en una jugada preparada efectuada de modo magistral, en la que Rodri pasó por la bocha, Strada adelantó a Grazzini, que cedió a la carrera de aquél, quien eludió a Agüero y acto seguido le rompió las mallas a Aracena decretando el 3 a 0.

Lo que restó estuvo de más. Los dirigidos por el ex marcador central de Estudiantes de La Plata se florearon. Ya con Cabello y Rodríguez en el rectángulo, hicieron circular la globa contra un oponente vapuleado y sin respuestas físicas en un terreno muy pesado, y las chances de aumentar el tanteador no tardaron en surgir.

En 17´ se lo perdió Raya, en una excelente maniobra personal, enganchando con túnel incluido a Silva hacia adentro, y su derechazo se fue desviado, y a los 26´ el que no concretó fue Nahuel, que después de una hermosa pared del “Colo” y Caballuci, fue asistido por éste en un “tomá y hacelo”, y el ex Boca prefirió tratar picársela a Aracena y lo despilfarró.

Con un solo conjunto en el field, el cuarto no demoró en arribar. Con el reloj en 30´, la enésima corrida de Caballuci dejó a Cabello en soledad con el guardametas, y “Mojarra”, que amagó primero, la mandó al fondo de la valla.

Fue un monólogo de los de calle San Nicolás 44, a esa altura con dos hombres de más por la expulsión de Villarreal, quienes desperdiciaron más oportunidades, como la de Rodríguez nuevamente a los 32´, y la última de un intratable Caballuci que a los 41´ pretendió empalarla y se fue.

Concluyó el match, y las estadísticas hablan por sí solas. Pasaron 78 cotejos para volver a festejar 4 goles en 90´-en el 2015 fueron 5 a Unión de Mar del Plata-, 5 sufridos juegos en el afán de sumar de a tres, 332´ en pos de quebrar la racha sin convertir, y varios llamados a otros adiestradores, sin pensar que los players bancaron con el score abultado al actual, con quien están a gusto...

DOUGLAS HAIG 4: Garavano; Bazán, Gioda, Cabral y Maidana; Gallucci Otero y Nicolás López (51´ Cabello); Strada (59´ Nahuel Rodríguez), Grazzini (66´ Levato) y Cabalucci; Raya. DT: Quatrocchi. Suplentes: Tantoni, Azcárate, Canuto y Boló
INDEPENDIENTE RIVADAVIA 0: Aracena; Viscarra (45´ Gautier), Ariel Agüero, Bustamante y Silva; Leandro Aguirre (66´ Minich), Rearte, Medina y Villarreal; Centurión (A)(57´ Emmanuel Torres); Pereyra. DT: Córdoba. Suplentes: Scapparoni, Ruiz, Cálgaro y Abelairas 

Jugado el 10 de mayo
Goles: 27´ Strada, 36´ y 53´ Cabalucci y 75´ Cabello
Expulsados: 29´ Bustamante y 78´ Villarreal
Cancha: Douglas Haig
Árbitro: Diego Ceballos