Por Marcos Chaile

LA CLAVE: El famoso dicho “goles que no se hacen en un arco…”. El Ciruja tuvo tres chances claras para alargar la cuenta tras el 1-0. No las aprovechó y, de ahí en más, sufrió en el marcador.

QUE HICIERON: BROWN: Muy pobres 35’ iniciales. Se vio desbordado por las bandas, en especial, Leonardo Zaragoza sufrió con la pierna cambiada y era desbordado constantemente. Sólo por Martín Ríos siguió en partido. La rebeldía de Lucas Oviedo era lo único para destacar en el Tricolor. El ex Santo, fabricó la jugada del penal que Olivares iba a sellar el empate. Sufrió en el inicio del segundo tiempo, por el cuarto de hora salió de la presión y comenzó a lateralizar con los ingresados Nahuel Pereyra y, a posterior, Gómez y Nieto. Juan Manuel García en una de las pocas que tocó, abrió para el Chapita, quien definió con un remate cruzado para dar vuelta el marcador. Poco pudo disfrutar la ventaja, puesto iba a sufrir la caída de su valla cuatro minutos después. Casi lo pierde el local sobre la hora. Sinsabor para Brown, que sufrió gran parte del partido.

SAN MARTÍN (TUCUMÁN): Excelente comienzo: Gonzalo Rodríguez y Leandro Gracián se asociaban con asiduidad, Catalán llegaba una y otra vez. Rápidamente, el Santo se ponía en ventaja por intermedio del Tanito. Tras el gol, siguió con una gran intensidad y dilapidaba tres chances: un cabezazo de Moreira y un mano a mano y, un golpe de cabeza por parte de G. Rodríguez. Ya sobre los 35’, perdió la tenencia y en el primer avance de riesgo, Ferrero cometía un claro penal. Para el complemento bajó el ritmo, aunque tuve una situación en los pies de Lentini, quien definió desviado. En un medio de un juego que rozaba lo obsoleto, sin merecerlo quedaba en desventaja; aunque de inmediato logró igualarlo. Rodrigo Moreira corrigió un disparo cruzado de Rizo para estampar el 2-2. Muy cerca de ganarlo por un cabezazo del autor del empate, que pasó a centímetros del poste izquierdo. Premio al esfuerzo y pecado de no poder aprovechar las chances de gol.

EL PANTALLAZO: Cerca de 1000 personas del Tricolor se dieron cita en el Lorenzo Arandilla para acompañar a su equipo. Cerca de 20 trapos entre todos los sectores, tales “Calzada”, “El Bajo Adrogué”, además, ocho tirantes y dos banderas cruzadas. Hits desde “Trico, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo” a recordatorio a Temperley “Gasolero (2), que amargado se te ve, cada vez nos falta menos, para volvernos a ver”. Duelo particular de la platea con la delegación del Ciruja con gritos cruzados. Despedida con muchos aplausos. Del Santo, un nutrido grupo de 60 allegados.

PAPÁ Y GOLEADOR: Rodrigo Moreira se sumó en el día de ayer a la delegación de San Martín, tras el nacimiento de Francesca, su hija.  “El gol, especialmente se lo dedico a ella (Francesca), aunque me voy con el sabor amargo del resultado”, manifestó el flamante padre. El defensor llegó al séptimo tanto en el torneo.

BROWN 2: Ríos (6); Soto (5), Pfund (5), Franco (4) y Zaragoza (4); Olivares (5)(73’ Brian Gómez), Maidana (5)(63’ Pereyra), Oroná (5)A y Oviedo (6)A(69’ Nieto); Chávez (4)A y Juan Manuel García (5)A. DT: Pablo Vicó. Suplentes: Quirós, Sosa, Denis Martínez y Grbec.

SAN MARTÍN (TUCUMÁN) 2: Taborda (5); Catalán (6), Ferrero (4), Rodrigo Moreira (7) y Goicoechea (5); Galeano (5)(81’ Acosta), Maximiliano Rodríguez (6) y Matías García (5); Gracián (6)A(70’ Rizo); Gonzalo Rodríguez (6) y Lentini (5)(75’ Quiroga). DT: Diego Cagna. Suplentes: Carrizo, Oliver, Serrano y César Abregú.

(Jugado el 16 de mayo) Goles: 11’ Leandro Gracián, 38’ Juan Olivares (de penal), 78’ Brian Gómez y 82’ Rodrigo Moreira. Cancha: Brown (Muy buena) Árbitro: Pablo Díaz (4) Público: 600 Resultado moral: Brown 1 – San Martín (Tucumán) 2