Argentino A Zona Norte
Juventud Unida (Gualeguaychú)
Gimnasia y Tiro (Salta)
Juventud goleó a Gimnasia y Tiro y demostró que está más vivo que nunca
Juventud Unida derrotó Gimnasia y Tiro de Salta por 3 a 0 en un gran trabajo colectivo del conjunto de Guaeguaychú. Weissen, Erpen y Pereyra los goles albiceleste. (Foto: Diario el Día)
Por Diario El Día de Gualeguaychú
Después de dos derrotas seguidas, Juventud necesitaba sumar de a tres para despejar todo tipo de dudas. Vaya si lo hizo, jugó un muy buen partido -de lo mejor que ha mostrado el equipo de Acosta en su corta trayectoria en el Argentino A-, y goleó 3 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta. Tres puntos que lo ponen nuevamente en la segunda posición de la zona, pero, más allá de eso, la victoria significa aún mucho más en el aspecto anímico. Porque el plantel demostró que, además de no pesarle las derrotas sufridas las fechas pasadas, está lo suficientemente consolidado para afrontar los seis cambios que el técnico tuvo que realizar por suspensiones y lesiones.
Desde el minuto cero y hasta cumplidos los 90, Juventud fue mucho más que el Albo. Hubieron muchos puntos altos en todas las líneas, pero lo más auspicioso para los de la vía, fue el juego colectivo que desplegó el equipo, como rememorando la última etapa en su lucha por el ascenso, cuando cada partido de local era garantía de buen espectáculo.
No había pasado un minuto de juego cuando Ivan Bonzi probó desde afuera y la pelota se fue medio metro arriba. El juego lo manejaban, casi con exclusividad, los de Gualeguaychú. Pereyra y Fornillo hicieron un muy buen partido por las bandas y los de arriba estuvieron finos. A los 10’ el “Piru” recibió la pelota en el borde del área, la jugó para Erpen, que sin pararla la tocó al medio para Weissen que se encargó de meterla dentro del arco. Mejor premio no pudo haber tenido el goleador que cumplió 100 partidos en el club.
Pese a las seis modificaciones que presentó Acosta con respecto al último partido (Rebóra, López, Bonzi, Impini, Pereyra y Erpen volvieron al equipo titular), se vio en cancha a un equipo ordenado y seguro, que nunca dejó de buscar el arco rival y hasta tuvo momentos de exquisiteces y lujos para que los miles que se dieron cita en el estadio decano se rompan las manos aplaudiendo.
Todo el equipo, línea por línea, tuvo una excelente tarde. Paolo Impini hizo que no se note la falta de Wernly en el fondo. El larroquense estuvo muy seguro, de arriba y de abajo sacó todo lo que le tiraron. El mediocampo también mostró lo mejor en lo que va del torneo. Pereyra y Fornillo estuvieron activos e incisivos, se animaron con la pelota y lastimaron por afuera toda la tarde.
Para alegría de los amantes del buen fútbol, Juan Domingo Sánchez volvió a ser el dueño y patrón del medio de la cancha. Acompañado por Ivan Bonzi, que se pudo soltar y hacer de enlace ―lugar que tan bien le sienta―, el volante se comió el mediocampo e hizo jugar a todo el equipo.
Los de arriba estuvieron a tono con el resto. Weissen metió la primera que tuvo, se juntó con Erpen y volvieron locos a la última línea salteña.
A los 26’, el incansable número 9 le ganó en las alturas a un defensor y la pelota le quedó servida a Andrés Erpen: metió un soberbio derechazo que se clavó en el ángulo derecho de Hernandez.
La primera parte se fue con un Juventud que tenía la pelota, abría la cancha y aprovechaba los espacios. Del lado de los salteños no hay demasiado para remarcar. Se vio un equipo pobre, desdibujado y sin ideas, superado por un rival que jugó un partido perfecto.
El segundo tiempo fue más de lo mismo: Juventud dominaba y Gimnasia y Tiro hacía lo que podía, que a esa altura era demasiado poco. A los 14’ la jugada lo encontró a Fornillo sobre la derecha, éste mandó la pelota al área y Pereyra la cabeceó a la red: 3 a 0 con baile incluido. El resto estuvo de más.
Hubo tiempo para que sumen minutos en cancha Marotti, Ramírez y Bandiera. Este último tuvo el gol, pero antes de que la redonda traspase la línea de cal, Erpen la empujó en posición de adelanto.
Sobre el cierre, el colombiano Ramírez se hizo cargo de un tiro libre a dos metros del área, pero el terrible zapatazo que se colaba en un ángulo se chocó con los reflejos del arquero visitante.
Los dirigidos por Acosta se fueron muy aplaudidos de la cancha. No es para menos, exhibieron una clase de fútbol, golearon y gustaron, y no le pierden pisada al único líder que tiene la Zona Norte, Libertad de Sunchales. Juventud tenía que ganar y ganó. Además jugó bien y despejó dudas. Los Leones del Beto dieron una prueba de carácter y demostraron que están más vivos que nunca.
JUVENTUD UNIDA (Gualeguaychú) 3: Rébora; Hereñu, Impini, Marchesini y López; Fornillo, Sánchez, Bonzi (84´ Marotti) y Bravo; Erpen y Weissen (74´ Riascos). DT: Norberto Acosta.
GIMNASIA Y TIRO (Salta) 0: Hernández; López, Rodríguez y Suso (44´ González); Guglielmi, Diego Guidi, Luciano Cabrera (45´ Ascencio) y Rubén Villareal; Acosta (71´ Besel); Francisco Vazzoler y Leandro Zárate. DT: Víctor Riggio
Jugado el 13 de octubre
Goles: 10’ Weissen, 26’ Erpen y 59’ Pereyra
Arbitro: Carlos Boxler (Casilda)
Después de dos derrotas seguidas, Juventud necesitaba sumar de a tres para despejar todo tipo de dudas. Vaya si lo hizo, jugó un muy buen partido -de lo mejor que ha mostrado el equipo de Acosta en su corta trayectoria en el Argentino A-, y goleó 3 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta. Tres puntos que lo ponen nuevamente en la segunda posición de la zona, pero, más allá de eso, la victoria significa aún mucho más en el aspecto anímico. Porque el plantel demostró que, además de no pesarle las derrotas sufridas las fechas pasadas, está lo suficientemente consolidado para afrontar los seis cambios que el técnico tuvo que realizar por suspensiones y lesiones.
Desde el minuto cero y hasta cumplidos los 90, Juventud fue mucho más que el Albo. Hubieron muchos puntos altos en todas las líneas, pero lo más auspicioso para los de la vía, fue el juego colectivo que desplegó el equipo, como rememorando la última etapa en su lucha por el ascenso, cuando cada partido de local era garantía de buen espectáculo.
No había pasado un minuto de juego cuando Ivan Bonzi probó desde afuera y la pelota se fue medio metro arriba. El juego lo manejaban, casi con exclusividad, los de Gualeguaychú. Pereyra y Fornillo hicieron un muy buen partido por las bandas y los de arriba estuvieron finos. A los 10’ el “Piru” recibió la pelota en el borde del área, la jugó para Erpen, que sin pararla la tocó al medio para Weissen que se encargó de meterla dentro del arco. Mejor premio no pudo haber tenido el goleador que cumplió 100 partidos en el club.
Pese a las seis modificaciones que presentó Acosta con respecto al último partido (Rebóra, López, Bonzi, Impini, Pereyra y Erpen volvieron al equipo titular), se vio en cancha a un equipo ordenado y seguro, que nunca dejó de buscar el arco rival y hasta tuvo momentos de exquisiteces y lujos para que los miles que se dieron cita en el estadio decano se rompan las manos aplaudiendo.
Todo el equipo, línea por línea, tuvo una excelente tarde. Paolo Impini hizo que no se note la falta de Wernly en el fondo. El larroquense estuvo muy seguro, de arriba y de abajo sacó todo lo que le tiraron. El mediocampo también mostró lo mejor en lo que va del torneo. Pereyra y Fornillo estuvieron activos e incisivos, se animaron con la pelota y lastimaron por afuera toda la tarde.
Para alegría de los amantes del buen fútbol, Juan Domingo Sánchez volvió a ser el dueño y patrón del medio de la cancha. Acompañado por Ivan Bonzi, que se pudo soltar y hacer de enlace ―lugar que tan bien le sienta―, el volante se comió el mediocampo e hizo jugar a todo el equipo.
Los de arriba estuvieron a tono con el resto. Weissen metió la primera que tuvo, se juntó con Erpen y volvieron locos a la última línea salteña.
A los 26’, el incansable número 9 le ganó en las alturas a un defensor y la pelota le quedó servida a Andrés Erpen: metió un soberbio derechazo que se clavó en el ángulo derecho de Hernandez.
La primera parte se fue con un Juventud que tenía la pelota, abría la cancha y aprovechaba los espacios. Del lado de los salteños no hay demasiado para remarcar. Se vio un equipo pobre, desdibujado y sin ideas, superado por un rival que jugó un partido perfecto.
El segundo tiempo fue más de lo mismo: Juventud dominaba y Gimnasia y Tiro hacía lo que podía, que a esa altura era demasiado poco. A los 14’ la jugada lo encontró a Fornillo sobre la derecha, éste mandó la pelota al área y Pereyra la cabeceó a la red: 3 a 0 con baile incluido. El resto estuvo de más.
Hubo tiempo para que sumen minutos en cancha Marotti, Ramírez y Bandiera. Este último tuvo el gol, pero antes de que la redonda traspase la línea de cal, Erpen la empujó en posición de adelanto.
Sobre el cierre, el colombiano Ramírez se hizo cargo de un tiro libre a dos metros del área, pero el terrible zapatazo que se colaba en un ángulo se chocó con los reflejos del arquero visitante.
Los dirigidos por Acosta se fueron muy aplaudidos de la cancha. No es para menos, exhibieron una clase de fútbol, golearon y gustaron, y no le pierden pisada al único líder que tiene la Zona Norte, Libertad de Sunchales. Juventud tenía que ganar y ganó. Además jugó bien y despejó dudas. Los Leones del Beto dieron una prueba de carácter y demostraron que están más vivos que nunca.
JUVENTUD UNIDA (Gualeguaychú) 3: Rébora; Hereñu, Impini, Marchesini y López; Fornillo, Sánchez, Bonzi (84´ Marotti) y Bravo; Erpen y Weissen (74´ Riascos). DT: Norberto Acosta.
GIMNASIA Y TIRO (Salta) 0: Hernández; López, Rodríguez y Suso (44´ González); Guglielmi, Diego Guidi, Luciano Cabrera (45´ Ascencio) y Rubén Villareal; Acosta (71´ Besel); Francisco Vazzoler y Leandro Zárate. DT: Víctor Riggio
Jugado el 13 de octubre
Goles: 10’ Weissen, 26’ Erpen y 59’ Pereyra
Arbitro: Carlos Boxler (Casilda)
Cancha: Juventud Unida