LA CLAVE: El 1-1 resultó producto de la combinación entre cierta impericia del Dragón en la definición, algunas atajadas de Rodrigo Lugo y el gol que Milton Giménez sacó de la galera.

DEFENSORES DE BELGRANO: Buscó inquietar mediante tres recursos. El más frecuente fue la velocidad de Ezequiel Aguirre, pero también causó riesgo a través de las acciones de pelota parada y algunos contragolpes. Cuando parecía que el arquero visitante era invencible, una mala salida de Guillermo Sánchez derivó en el gol de Francisco Vazzoler, clave para generar espacios y generar peligro. El Dragón podría haberse puesto mucho antes en ventaja e incluso tuvo chances para estirar la diferencia. Sin embargo, falló en los últimos metros y, si bien se mostró sólido durante casi toda la tarde, un descuido le dio la igualdad a Atlanta. El shock fue enorme y dejó a Defe cerca frente quedarse con las manos vacías, pero terminó dividiendo puntos en casa.

ATLANTA: Su intención de tener una salida prolija y aprovechando a los carrileros no funcionó porque el local presionó. Como si fuera poco, el Bohemio se mostró impreciso en la zona de volantes. Por lo tanto, careció llegadas para exigir a Albano Anconetani durante la etapa inicial. Sin claridad ni profundidad, Lugo sostuvo la ilusión, pero la apertura del marcador obligó a que llegara un mensaje desde el banco. Francisco Berscé rompió el 3-1-4-2 inicial para darle pista a un 4-3-3 de mayor protagonismo arriba. El conjunto de Villa Crespo dejó de entretener la pelota, empezó a exhibir cambió de ritmo e intensidad, halló la paridad antes de sufrir el golpe de gracia y hasta aceleró en el tramo final para amenazar con llevarse los tres puntos. No pudo, pero salió mejor parado, teniendo en cuenta que se presentó en cancha ajena y la pasó mal en varios momentos.